viernes, 30 de septiembre de 2011

Semana IV: Corrección narración tema libre

No más maltrato animal

Por: Mónica Zamora Campos
Uno de los defectos que tiene el ser humano, es creer que él es el dueño del orbe y lo peor de todo es que no respeta la flora y fauna que lo envuelve.











¿Cómo es posible que existan personas desalmadas que practiquen cómo disparar un arma, con perros u otros animales callejeros? Créanlo o no, esto sucede muy menudo en barrios josefinos, donde pandillas delictivas asesinan o dejan seriamente heridos, a indefensos caninos.
 Asimismo, es muy lamentable el hecho que utilicen animales para hacer pruebas de maquillaje, de medicina, entre otras. Esos procesos por más sencillos que parezcan, someten a los animales a estrictos estudios, donde se maltratan física y psicológicamente a los animales. Además, no podemos dejar de lado, la manera tan brutal cómo matan a las vacas, cerdos, pollos y demás criaturas, para poder satisfacer el paladar de algunos consumidores.
Una vez tuve la oportunidad de visitar un refugio de animales y fue muy duro enterarme de ciertos asuntos que jamás imaginé. Uno de los funcionarios me comentó acerca de cómo hay gente que se aprovecha de encontrar un “zaguate” y se adueñan de él por un instante, pero no para nada bueno, al contrario, es para cometer actos atroces.

En adicción, hay personas inescrupulosas, que se apoderan de dichos animalitos callejeros para cometer sacrificios satánicos, para pintarlos, para quemarlos, para fastidiarlos, en fin, para torturarlos. Lo peor de todo es que muchas veces esos animales quedan vivos y sufriendo, por lo tanto fallecen del dolor. En algunas ocasiones, personas de buen corazón, recogen a estos seres indefensos y los trasladan a una veterinaria, o bien a algún refugio, donde hacen lo humanamente posibles por salvarles la vida. Posteriormente les brindan los cuidados precisos y les buscan un hogar.
Lamentablemente, hay familias que adquieren una mascota y no le proporcionan los cuidados necesarios. Por ejemplo, una familia que compra un cachorrito al principio les hace mucha gracia y lo cuidan rigurosamente, pero al cabo de un lapso, cuando éste crece, se olvidan de él, no lo alimentan, no lo llevan al médico veterinario y lo mantienen amarrado a la intemperie. Así que… ¿Eso es, o no es agresión hacia un animal? ¡Pues claro que sí! Y se debe cambiar esa mentalidad tan descabellada.
Dios no envió a este mundo sólo al ser humano, sino que nos mandó acompañados de animales, que tanto como nosotros necesitan amor, cariño y atención. Así que cada vez que vayan a maltratar a un animalito (ya vimos que hay muchas maneras en la que se puede agredir), piénsenlo dos veces.
En conclusión, recordemos lo que el célebre  Mahatma Ghadi exclamó:

“Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que tratan a sus animales”

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